Que alegría cuando me dijeron:
vamos a la casa del Señor, ya
están pisando nuestros pies tus
umbrales Jerusalén.
Jerusalén está fundada como
ciudad bien compacta, a ti
marchan los hombres, el pueblo
del Señor.
Desead la paz a Jerusalén,
vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
en tus palacios seguridad.
Por mis hermanos y compañeros
voy a decir: “la paz contigo”,
por la casa del Señor nuestro Dios,
te deseo todo bien.